miércoles, 26 de diciembre de 2012

BENEDITO XVI ERRE QUE ERRE SIGUE "A LA SUYA"



La guerra de Benedicto XVI

R. Ventura-Melià

                                                                             
El mensaje navideño del papa „se sabe lo que ha querido adelantar el Vaticano„ se han destacado unas frases, que tienen el viso de titulares, como la que compara el matrimonio entre personas del mismo sexo a la guerra, por la destrucción que provoca. Puestos a pensar si el matrimonio en general provoca algún tipo de destrucción „y sobra literatura eminente sobre ello desde tiempos de los hebreos, como queda en la Biblia„ no creo que haya experiencia suficiente para saber ya si resulta especialmente dañino, por cuanto solamente es legal en ocho países, Uruguay es el último en incorporarlo y Reino Unido se prepara para ello. ¿Es destructivo para ambas partes? ¿Tanto como lo ha sido el matrimonio entre personas de distinto sexo especialmente para la mujer y no sólo en la cultura cristiana?
Supongo que el matrimonio es una institución social que reviste características diferentes, en momentos y culturas alejadas, cuyo origen está arraigado en el instinto de procreación de la especie humana, como en todas las especies, incluidos los vegetales, y en el deseo y voluntad de protegerse el ser humano, el individuo, relacionándose con otros en un grupo. Lo de la monogamia está ligado a la aparición de la propiedad y la poligamia no está reñida con ella, como se ve en otras culturas bien próximas y que por cierto poblaron España siete siglos. Según George Duby, la Iglesia no casa a nadie hasta el siglo XIII, antes el padre entregaba a la hija y bastaba y no se necesitaba de ningún cura ni de ceremonia religiosa.
                                                    
Citando «El matimonio de los iguales» (ed. Mario Muchnik) se rastrea la existencia de matrimonios entre hombres y entre mujeres, celebrados por la iglesia, tanto en Egipto (en el monasterio de monte Sinaí hay varias copias del ceremonial, alguna en árabe, y para algo serviría), en la época del Imperio Romano de Oriente, en Transilvania. En el Vaticano y en Oxford hay otros ejemplares valiosos de la misa pertinente... y Byron asistió a un enlace religioso entre mujeres en Dalmacia, plenamente legal. San Metodio y san Sergio eran pareja y van siempre juntos en las pinturas de las catedrales. ¿Era ya tan destructivo como las guerras en esas épocas?
Igual Benedicto XVI ve con malos ojos su legalización, pero ha tardado medio siglo en decir nada sobre el acoso y pederastia en la Iglesia, y eso que Viena estaba cerca de Munich, donde él ejercía y era un foco luciferino en las más altas instancias religiosas. En Irlanda lo sanciona el Gobierno pagando millones a las víctimas y en EE UU ha arruinado las diócesis desde la época Bush.
Considero destructivo el criterio del Papa en este tema de los matrimonios entre personas del mismo sexo, porque empuja a una guerra ideológica, conforme va perdiendo batallas país tras país. Él no quiere la igualdad de derechos, quiere sólo la represión, el sacrificio o el castigo de una parte de la humanidad. Entiendo que él se sacrifique, los demás no.
                                                            

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