miércoles, 28 de noviembre de 2018


En medio de las crisis latinoamericanas, ¿por qué florece la Bolivia de Evo Morales?

Publicado: 27 nov 2018 18:54 GMT
El país del altiplano mantiene hace más de una década una estabilidad, crecimiento económico y mejora de los índices sociales que contrasta con sus vecinos.
En medio de las crisis latinoamericanas, ¿por qué florece la Bolivia de Evo Morales?
Presidente boliviano Evo Morales durante un acto en Oruro, el 2 de febrero de 2017
Aizar Raldes / AFP
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En enero de 2006, por primera vez en la historia de Bolivia, asumía el Gobierno un presidente indígena. Evo Morales Ayma, dirigente sindical cocalero, había triunfado meses antes con más del 50% de los votos en una elección sin precedentes.
Su victoria se inscribió en una oleada progresista y de izquierda que llegó a los Gobiernos de América Latina durante los primeros años del siglo XXI. Para ese entonces ya estaban en la presidencia Hugo Chávez en Venezuela, Lula da Silva en Brasil, Néstor Kirchner en Argentina y Tabaré Vázquez en Uruguay. Unos meses después se sumaría Daniel Ortega en Nicaragua y en 2007 Rafael Correa en Ecuador.
No obstante, en comparación con sus pares (quizás exceptuando el caso uruguayo), Bolivia logró consolidarse como un modelo social, político y económico estable que no sufrió las crisis económicas y políticas de Venezuela o Nicaragua ni perdió el Gobierno mediante golpes de Estado e 'impeachments' –como en Brasil, Honduras y Paraguay– o elecciones –como en Argentina–. ¿A qué se debe esta excepcionalidad?

Estadísticas contundentes

Según datos del Banco Mundial, en 2006 el Producto Bruto Interno (PBI) boliviano era de 11.452 millones de dólares. Para 2017 ese número había aumentado más de tres veces llegando a 37.509 millones. En el mismo período de tiempo, el ingreso anual per cápita pasó de 1.120 dólares a 3.130 y la esperanza de vida subió de 64 a 71 años. A su vez, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) del país, sostiene que la pobreza se redujo del 59,9% cuando asumió Evo Morales al 36,4% el año pasado.
Por otra parte, como remarca el investigador y máster en Desarrollo Económico y Sostenibilidad Sergio Martín-Carrillo, Bolivia "ha sido el país suramericano que mayor crecimiento económico ha experimentado, incluso manteniendo un ritmo por encima del 4% a pesar del contexto de debilidad que vive la región desde el año 2015". Esto fue acompañado de un descenso constante de la inflación, que pasó de un 12% en 2007 a menos de un 2% en lo que va de 2018.
El presidente Evo Morales durante una conferencia de prensa en La Paz, Bolivia, 2 de octubre de 2018 / Jose Lirauz / Reuters
Estos logros se sostuvieron en una política que contradice los postulados neoliberales que impulsan hoy Gobiernos de países vecinos como Argentina, Chile, Paraguay o el electo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

Las razones

El sociólogo y escritor boliviano Antonio Abal enumeró en diálogo con este medio "los ejes del sostenido crecimiento de la economía de Bolivia".
Según su mirada, se trata de una política basada en "nacionalizaciones de sectores estratégicos, como las comunicaciones, los hidrocarburos y la minería"; la redistribución de los ingresos estatales, "sobre todo en infraestructura productiva"; el "fortalecimiento del mercado interno"; una política monetaria de "apreciación de la moneda nacional", es decir, una "desdolarización de la economía"; y finalmente una fuerte inversión en procesos industriales como el "litio, lácteos, textiles, etc. y fomento de las pequeñas y medianas empresas, con facilidades en los soportes crediticios".
Movilización de la comunidad aymara conocida como "Ponchos Rojos" en La Paz, Bolivia, 26 de septiembre de 2017 / David Mercado / Reuters
En el mismo sentido se expresó el vicepresidente del país, Álvaro García Linera, en una entrevista con Página/12, donde explicó lo que para él son los cuatro factores principales de este éxito económico.
En primer lugar, que el Estado controle como propietario los principales sectores generadores de excedente económico: hidrocarburos, electricidad y telecomunicaciones. Por otra parte, llevar a cabo una redistribución de la riqueza, "pero de una manera sostenible", de forma que "los procesos de reconocimiento y ascenso social de los sectores subalternos populares e indígenas tenga una sostenibilidad en el tiempo".
En tercer lugar, al igual que como sostiene Abal, "apuntalar el mercado interno" y, por último, la "articulación entre el capital bancario y el productivo, lo que implica que el 60% de los ahorros de los bancos se dirige al sector productivo, generando mano de obra".

Políticas públicas de redistribución

A esto se suma una serie de programas sociales que han acompañado la mejora económica y han sido los dispositivos que han garantizado una redistribución de la riqueza. En ese sentido, Martín-Carrillo enumeró tres que considera los más importantes: el Bono Juancito Pinto, la Renta Dignidad y el Bono Juana Azurduy.
Planta de gas en Yacuiba, al sur de La Paz, Bolivia. 24 de agosto de 2015. / David Mercado / Reuters
El primero de estos fue lanzado durante el primer año de Gobierno y apunta a que los niños y niñas finalicen la escuela. Supone un aporte de 200 bolivianos (29 dólares) a estudiantes de escuelas públicas a cambio de que sostengan un mínimo de un 80% de asistencia a clases. Durante 2018 hubo 2.221.000 de estudiantes beneficiados por esta iniciativa. A su vez, esto logró que entre 2006 y 2017 la deserción escolar en primaria cayese del 6,5% al 1,8% y en la educación secundaria fue del 8,5% al 4%.
Por su parte, la Renta Dignidad, vigente desde 2007, apunta a la población de adultos mayores –60 años o más– e implica 250 bolivianos (36 dólares) para las personas con pensiones de jubilación y 300 (43 dólares) para personas que no tienen pensiones de jubilación.
Finalmente, el Bono Juana Azurduy está dirigido a mujeres gestantes a las cuales estipula el cumplimiento de cuatro controles prenatales, parto institucional y control postparto, así como para niños y niñas condicionado a 12 controles integrales de salud bimensual.
También ha habido una política agresiva de incremento del Salario Mínimo Nacional, que en 2005 equivalía a 440 pesos bolivianos (57 dólares de aquel entonces) y en la actualidad llega a 2.060 (298 dólares). Asimismo, este año, debido al crecimiento económico, tal como informó la Agencia Boliviana de Información, el Ejecutivo dispuso el pago del doble aguinaldo para todos los trabajadores públicos y privados.

Un proceso con debates y tensiones

Más allá de su situación actual, los Gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS) no han estado al margen de problemas, algunos incluso muy graves. Quizás, el punto más álgido fue en el año 2008, cuando la llamada 'Media Luna', que incluía cuatro departamentos orientales del país, intentó escindirse del resto del territorio por acción de los sectores de la derecha boliviana que contaban con el apoyo solapado de EE.UU.
No obstante, con respaldo de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), esa crisis logró ser superada y apenas unos meses después el proceso avanzaba proclamando una nueva Constitución a comienzos de 2009, la que declaró el carácter "Plurinacional" del Estado, reconociendo en la ley suprema del país a los pueblos originarios históricamente negados. Evo Morales pasó a encarnar así, ya no solo simbólica sino institucionalmente, el ascenso definitivo de los sectores marginados durante siglos de la política nacional.
Si bien para Abal no se puede "hablar de etapas, sino de una sostenida aplicación de un modelo económico", a partir de ese momento se puede analizar una profundización de algunos aspectos. Se trata de un punto de inflexión en el cual se comienza a hablar de "socialismo comunitario", lo que el sociólogo define como "una aproximación teórica a la aplicación del marxismo y sus categorías para comprender las lógicas de los 'ayllus' (comunidades)", que como indicaron muchos autores, mantenían estructuras de 'comunismo primitivo' o comunitarias contrarias a la propiedad privada y la acumulación individual.
El presidente Morales inaugura un jardín de infantes en Tarija, Bolivia, 8 de abril de 2016 / Candia Martinez/ABI / www.globallookpress.com
Por su parte, García Linera sostiene que, una vez superada esa ofensiva de la derecha, se abrió un nuevo momento en la revolución boliviana que él ha denominado de "tensiones creativas". Es decir, debates al interior del proceso que lo hacen avanzar.
Al respecto, Abal asegura que en los movimientos sociales conviven dos tendencias político-ideológicas: "una la sindical, centrada en la reivindicaciones sectoriales, y la otra revolucionaria, como parte del proceso de cambio y parte del gobierno". Es en la disputa de esas dos miradas donde se dan las tensiones creativas que, desde su punto de vista, son "la dialéctica del movimiento de conciencia de la clase".
La lógica "obrerista", según el sociólogo, no logra terminar de comprender "la otra lógica organizativa e ideológica de los pueblos originarios". Y esto lo atribuye a una contradicción impulsada durante décadas de enfrentar "indios contra obreros" y que "fue fomentada en una etapa del nacionalismo revolucionario (1952 – 1985)".
Finalmente, el analista apunta que "el vínculo potente se encuentra entre el Gobierno y los movimientos sociales", donde "el gran articulador de este bloque es, sin duda, Evo Morales, incluso más allá del instrumento político". Como contracara, Estado y movimientos sociales "aún se encuentran distanciados", porque este último "mantiene su matriz colonial no superada".

Una revolución con futuro

Si bien los procesos políticos nacionales difícilmente pueden sobrevivir mucho tiempo aislados, además de sus fortalezas internas, Bolivia cuenta todavía con aliados en el continente. Más allá de sus propios conflictos están Venezuela, Nicaragua y también Cuba, países con los que integra la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (Alba). Cabe recordar que, con colaboración de La Habana, en 2008 se declaró "libre de analfabetismo" a todo el territorio boliviano.
Por otra parte, a pesar del traspié sufrido en el referéndum de comienzos de 2016, que impedía a Morales volver a presentarse en las eleccionespresidenciales de 2019, esto finalmente fue habilitado por el Tribunal Supremo. Con su candidatura y una derecha por ahora dividida, la continuidad del proceso parece estar asegurada.
Vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera en La Paz, el 5 de octubre de 2018 / David Mercado / Reuters
Por último, pero no menos importante, García Linera pronosticó en el reciente Foro Mundial de Pensamiento Crítico, llevado a cabo en Buenos Aires, que los Gobiernos conservadores de la región durarán poco tiempo y luego vendrá un nuevo auge progresista y de izquierda.
"Estamos enfrentando una oleada conservadora neoliberal que tiene dos limites intrínsecos: es fosilizada y es en sí misma contradictoria", apuntó. Y detalló que en estos países se están "repitiendo las recetas que hace veinte años fracasaron", por lo que "no hay inventiva, no hay creatividad, no hay esperanza".
A su vez, "el neoliberalismo actual solamente moviliza odios y resentimientos". Es decir, que está "fundado en la negatividad y no en la proposición. No en la esperanza de mediano plazo, sino en el rechazo emotivo de corto plazo. Y eso tiene patas cortas", completó el vicepresidente boliviano.
Por eso, con optimismo, sentenció: "En vez de vivir una larga noche neoliberal, hemos de vivir una corta noche de verano neoliberal. Y ahí es donde nos toca a nosotros reconocer lo que hicimos bien, reconocer lo que hicimos mal, y prepararnos". "La izquierda tiene que volver a prepararse para tomar el poder en los siguientes años en el continente", concluyó.
Santiago Mayor
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martes, 27 de noviembre de 2018


Borrell afirma que May está "un poco desmemoriada" con respecto al acuerdo sobre Gibraltar

Publicado: 27 nov 2018 13:53 GMT
La primera ministra del Reino Unido aseguró recientemente que España no había conseguido sus objetivos en el acuerdo firmado sobre el enclave británico.
Borrell afirma que May está "un poco desmemoriada" con respecto al acuerdo sobre Gibraltar
El Ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
SUZANNE CORDEIRO / AFP
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Continúa la polémica en torno al difícil acuerdo alcanzado entre España y el Reino Unido sobre Gibraltar en el marco del 'Brexit'. El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha criticado las últimas declaraciones de Theresa May al respecto, en las que aseguraba que el Gobierno de España no había logrado sus objetivos diplomáticos en la negociación sobre el 'Peñón', según informa Europa Press.
Borrell ha dicho, en concreto, que la primera ministra británica está "un poco desmemoriada" si no recuerda la nueva interpretación firmada del controvertido artículo 184, cuya omisión del papel español en las negociaciones sobre Gibraltar estuvo apunto de bloquear el Acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). El propio Ejecutivo de Theresa May confirmó por escrito el pasado fin de semana que dicho artículo no puede ser interpretado de manera que permita negociar al Reino Unido nada que tenga que ver con Gibraltar directamente con la UE. "¿Ya no se acuerda?", preguntó Borrell este martes retóricamente. 
La primiera ministra Theresa May en la Cámara de los Comunes. Londres, Reino Unido, 26 de Noviembre de 2018 / Reuters
El responsable de la diplomacia española ha atribuido las palabras de May a su necesidad de conseguir que la Cámara de los Comunes apruebe el acuerdo del Brexit. "Está en una difícil situación en su Parlamento", aseguró el ministro español, que explicó que la mandataria británica "necesita minimizar las críticas de sus parlamentarios y obtener los votos".
Borrell insistió en la satisfacción del Ejecutivo español en lo referente al acuerdo sobre Gibraltar, destacando que si bien modificar el artículo 184 hubiera sido una solución, era en realidad "la más difícil de aplicar", frente a "la más rápida", que consistía en que todos los implicados en el Tratado firmasen una declaración reconociendo la interpretación que defendía España. "Si vale lo mismo, nos vale", concluyó el ministro.

¿Qué logró España realmente en la negociación?

Tras varias jornadas de tensas negociaciones en los días previos a la cumbre en la que debía sellarse el Acuerdo del 'Brexit, el Ejecutivo de Sánchez consiguió finalmente las garantías que consideraba necesarias en lo referente a Gibraltar:
  • Una declaración conjunta del Consejo Europeo y la Comisión Europea en la que se comprometen a no negociar ningún acuerdo con Reino Unido que incluya Gibraltar, reconociendo que todo acuerdo futuro que afecte al 'Peñón' requerirá ineludiblemente el visto bueno de España.
  • Una carta en la que el Gobierno británico reconoce que el controvertido artículo 184 del Acuerdo de Salida del Reino Unido de la UE —origen de la reciente discordia entre Madrid y Londres— no puede ser interpretado de manera que permita negociar al Reino Unido nada que tenga que ver con Gibraltar directamente con la UE. Sánchez destacó que su Gobierno da a este reconocimiento escrito un "valor trascendental".
  • Además, tal como señaló el mandatario español, en el marco de la declaración política futura, tanto el Consejo Europeo como la Comisión Europea, "refuerzan la posición de España".

domingo, 25 de noviembre de 2018


Netanyahu en el abismo

Publicado: 25 nov 2018 00:21 GMT
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se encuentra en una encrucijada en la que por el momento no tiene ninguna salida que le vaya a salvar. Netanyahu tiene que hacer frente a la mayor crisis de su mandato donde sus enemigos le atacan sin cuartel desde Palestina, desde dentro de su partido, el Likud, y desde su gobierno mientras la Comunidad Internacional ha tomado una clara postura contra su nefasta gestión del conflicto entre Tel Aviv y Gaza.
Tres días han sido suficientes para desestabilizarlo todo. El conflicto le ha estallado a Netanyahu cuando se encontraba en París, paradójicamente, celebrando el aniversario del final de la Primera Guerra Mundial. Una serie de malas decisiones han propiciado un ambiente de tensión en el que el propio Avigdor Lieberman, que ha sido ministro de Defensa de Israel desde 2016 hasta hace unos pocos días, se ha vuelto en contra del primer ministro.
Noviembre parecía un mes esperanzador para el conflicto palestino-israelí. Gracias a la mediación de Egipto y Qatar se logró un alto el fuego entre Gaza y Tel Aviv mientras ambos bandos apostaban por una desescalada de tensiones y futuros diálogos, previo a un reconocimiento mutuo y una mejora de las condiciones de vida de los palestinos dentro de la Franja de Gaza. El 9 de noviembre los funcionarios de la franja recibieron por primera vez en años su sueldo íntegro gracias a 15 millones de dólares qataríes que Israel permitió introducir en Gaza previo acuerdo con Hamas.
Apenas dos días después, las Fuerzas de Defensa de Israel llevarían a cabo una operación que echaría por tierra todos los esfuerzos realizados hasta la fecha para lograr apaciguar la región.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, durante la conmemoración del Día del Armisticio, París, 11 de noviembre de 2018. Francois Mori / Reuters
La noche de 11 de noviembre de 2018 un grupo de operaciones especiales de las Fuerzas de Defensa de Israel irrumpió en Gaza en una misión de infiltración. El objetivo era secuestrar a un comandante del brazo armado de Hamas, las Brigadas Qassam, para lograr extraerle información. La operación salió mal, y cuando los soldados israelíes fueron descubiertos se desató un tiroteo en el que murieron siete palestinos y un mando israelí. La mecha se había consumido y el conflicto había estallado.
Tras llorar a sus mártires en un funeral multitudinario al día siguiente, Hamas lanzó el mayor ataque con cohetes realizado desde 2014 como represalia. Más de 400 proyectiles atravesaron el cielo de Israel hasta hacer colapsar su sistema defensivo 'Cúpula de Hierro' por saturación.
Tel Aviv no tardó en responder bombardeando al menos 160 objetivos de Hamás dentro de Gaza y destruyendo el hotel más icónico de la zona, ya que durante los episodios más violentos del conflicto ha albergado a los periodistas extranjeros, y el edificio del medio de comunicación cercano a Hamás, al-AqsaTV.
Bombardear el canal de televisión al-AqsaTV fue el último gran error de una serie de decisiones catastróficas tomadas por el estado mayor del ejército israelí. El objetivo del bombardeo era evitar que Hamás difundiese un video en el que destruían con un misil guiado Kornet un autobús en el que poco antes había más de 30 soldados israelíes. No lo lograron, y las imágenes tardaron pocos minutos en hacerse virales. El golpe moral a Israel fue tremendo.
Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
"Los sionistas de extrema derecha ven en la decisión de un alto el fuego un síntoma de debilidad e incapacidad de plantar cara a la amenaza del grupo integrista".Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
La noche del 12 de noviembre de 2018 se cobró la vida de seis palestinos más y otro israelí. Sin embargo, a pesar de las pérdidas humanas, Hamás fue quien salió fortalecido de la situación. Habían hecho fracasar una misión de las Fuerzas de Defensa de Israel, habían logrado superar las defensas israelíes y plantaron la semilla del miedo y la discordia entre la población israelí mientras su primer ministro, Benjamín Netanyahu, se encontraba en París sin margen para reaccionar.
Cuando la posibilidad de una intervención terrestre de Israel en Gaza era una  realidad más que probable, Netanyahu volvió a Tel Aviv para firmar un alto el fuego con Hamás. Esto enfadó a su ministro de Defensa Avigdor Lieberman –uno de los ministros más radicales y beligerantes del gobierno– hasta tal punto que dejó el cargo. Estos acontecimientos apuntan a queLieberman estuvo detrás de la operación del 11 de noviembre en todo momento y que la realizó a espaldas de Netanyahu. 
La marcha de Lieberman ha puesto contra la espada y la pared a Netanyahu. Los sionistas de extrema derecha, que suponen la mayoría de votantes del Likud, exigen una respuesta contundente contra Hamás, y ven en la decisión de un alto el fuego un síntoma de debilidad e incapacidadde plantar cara a la amenaza del grupo integrista. Lieberman está explotando el descontento hasta el punto de pedir elecciones anticipadas sabiendo que tendría muchas posibilidades de ser el nuevo primer ministro.
Palestinos queman una foto del ministro de Defensa, Aviador Lieberman, celebrando su renuncia. Ciudad de Gaza, 14 de noviembre de 2018. Suhaib Salem / Reuters
La ministra de Justicia israelí, Ayelet Shaked, se suma a la corriente de Lieberman tras asegurar que cualquier alto el fuego durará unos meses, pero que después "no habrá otra opción que combatir contra Hamás con todos los medios". Shaked califica además de una pérdida de tiempo el plan de paz para Oriente Medio propuesto por el presidente norteamericano Donald Trump, que busca reducir los recursos invertidos a una región en la que cada vez tienen menos influencia.
Los únicos apoyos que podía tener Benjamin Netanyahu los perdió el 13 de noviembre firmando el alto el fuego con Hamás con la mediación de Egipto.
Netanyahu ni siquiera puede confiar plenamente en Estados Unidos; sobre todo después de que Israel haya entregado a China las llaves del puerto de Haifa, el mayor del país, y de que hayan firmado nuevos acuerdos de cooperación en el sector científico. De hecho, China se ha convertido en el segundo socio comercial más grande de Israel solo después de Estados Unidos.
Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
"Cuando lleguen al despacho presidencial de la Casa Blanca los proyectos de Israel con el gigante asiático, la relación de Washington y Tel Aviv, de seguro, se va a deteriorar".Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
Trump y Netanyahu siempre han conectado muy bien en el tema palestino, apostando por la vía dura de la represión, la violencia y, por qué no decirlo, el apartheid. No obstante, con la paranoia 'yanqui' por los movimientos chinos en el plano económico y en el de las Relaciones Internacionales, cuando lleguen al despacho presidencial de la Casa Blanca los proyectos de Israel con el gigante asiático, esta relación, de seguro, se va a deteriorar.
A nivel internacional la imagen de Israel cada vez está más deteriorada. La compañía de alquileres vacacionales Airbnb ha anunciado que dejará de trabajar en Cisjordania, algo que ha molestado mucho al país judío, que califica la acción como discriminatoria. 
Airbnb arrastraba años de críticas por alquilar pisos en el territorio palestino de Cisjordania anunciándolos como parte de Israel. Finalmente ha decidido ceder a las presiones con un comunicado que contiene una enorme crítica a la política de asentamientos israelí:
"Muchos en la comunidad global han declarado que las compañías no deberían beneficiarse de las tierras donde las personas han sido desplazadas".
Edificio destruido por un ataque aéreo israelí, Ciudad de Gaza, 13 de noviembre de 2018. Suhaib Salem /Reuters
Es curioso cómo la propia ONG Human Rights Watch, ligada a los valores liberales de las democracias occidentales aliadas de Israel, ha celebrado la decisión de Airbnb.
Tampoco puede el gobierno israelí acogerse a la Comunidad Internacional para recibir apoyos en este caso, ya que Naciones Unidas lleva años denunciando la política de asentamientos de Israel en Gazacalificándola de ilegal. El Coordinador Especial de Naciones Unidos para el Proceso de Paz de Oriente Medio, Nikolay Mladenov, explica que los asentamientos de Israel en muchas ocasiones violan el Derecho Internacional y que buscan eliminar cualquier posibilidad de un estado palestino.
En ese contexto, Naciones Unidas ha tomado la postura de presionar para que Netanyahu tome medidas que normalicen la vida de los palestinos y así poder evitar que estalle la olla a presión en la que se ha convertido Gaza.
Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
"Netanyahu está al borde del abismo, y puede caer en cualquier momento. Las grandes dudas que surgen son cuándo pasará y quién le sustituirá".Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
El actual primer ministro israelí se encuentra en una situación delicada. Ahora que está negociando con Hamás, tiene a la mitad de su partido y de sus votantes en contra. Los últimos sucesos han colocado a los israelíes en el plano propagandístico como los débiles frente a una Hamás que ha logrado sus objetivos. Pero si Netanyahu apuesta por la vía de una mayor violencia, la Comunidad Internacional, los mercados y algunas empresas podrían volverse en su contra.
Entre 1998 y 1999, con el estancamiento de los Acuerdos de Oslo, Netanyahu ya sufrió un revés político que le retiró del poder durante casi una década. Ahora se encuentra en una situación similar. El conflicto entre Palestina e Israel está enquistado.
Cada vez que se avanza un paso hacia la reconciliación, se retroceden dos. Benjamin Netanyahu está al borde del abismo, y puede caer en cualquier momento. Las grandes dudas que surgen son… ¿Cuándo pasará? ¿Quién le sustituirá? Porque de ese nombre dependerá si hablamos de nuevas esperanzas de paz en la región o si hablamos de una escalada de violencia mayor que la Segunda Intifada, donde murieron 1.008 israelíes y 3.368 palestinos.
Lo que queda claro es que un conflicto en el que solo se dialoga con sangre, difícilmente tendrá solución.