Le he pedido a mi amigo Viadel que me diera permiso para poder publicar en mi blog algo de lo ultimo que ha escrito y a ello me dedico, convencido de que todos, todos nosotros, más tarde o más pronto necesitemos expresarlo, pero no con su maestria.. Gracias Luis...
Carta abierta a mi pene
Amigo intimo estas que das pena. Te lo dije alguna vez, tanto altanerismo, tanta prepotencia... No era nada bueno.
Asi has llegado al penoso estado en el que te encuentras. Y que conste que no rehuyo la parte de responsabilidad que me corresponde. Yo te queria y aunque nunca llegaste a alcanzar las medidas que hacian salirse de sus orbitas los ojos de las mujeres, que permanecian con la boca abierta cayendoles un hilillo de baba, siempre me dejaste en buen lugar. Nunca nos enseñaron a obligar al prepucio a que nos dejase sacar la cabeza hata los hombros.. A veces como le ocurrio a Jesucristo lo cortan (en este caso se llama Santo Prepucio) pero cualquiera se lo tocaba porque te podias quedar ciego.. Tu ya lo eres pero yo no y ademas nos podiamos quedar tontos. Y de esto si que debio pasar algo..
Yo procuré que no metieras la cabeza en cualquier agujero, al no tener ojos ni cerebro muchas veces pretendías visitar cuevas nada recomendables. De hecho nunca estuviste enfermo. Te recuerdo tan soberbio, tanto como Jose Maria Aznar, disciplinado, heroico a veces, muy complaciente, nunca tuve la menor queja, cumplidor, dejándote la vida si era necesario y sin la menor señal de posible gatillazo. Nunca me dejaste en mal lugar por una disfunción eréctil o una disfunción eyaculatoria. No obstante, a veces, en la época del nacional catolicismo, donde todo era pecado, un sabio culo femenino en hora punta del metro, en su frenético vaiven, ligeramente parecido al juego sexual, hacia que millones de seres minúsculos escapasen lanzados como la lava de un volcán mojando las braguetas de muchos jóvenes impetuosos. En las estaciones eran todo un espectáculo.
¿Y ahora que? todo empezó cuando apareció lo que sutilmente los hombres llamamos "barriguita cervecera" eufemismo ridículo porque no deja de parecerse al abdomen sietemesino. Te van acomplejando, encogiéndote primero de hombros y luego reduciéndote a la mínima expresión, es decir lo justito para misionar dentro de la taza. Desapareces.
Ocurre que con el oso Panda que tiene el pene tan pequeño y el furor uterino de las hembras es tan corto, que los chinos tienen que darles clases de Kamasutra, buscando posturas adecuadas, para poder perpetuar la especie. Un desastre.
En estos casos nunca sabes que hacer, si la mujer es muy joven, el ridículo es espantoso y si tiene más edad mucho peor porque entonces, encima se cachondea. La desgracia es total si ademas apareces con una mancha en la bragueta porque todo el mundo da por sentado que se trata de una incontinencia urinaria.
Debo ser sincero y añadir en tu favor, que la abundante farmacopea te lo ha disminuido todo. En cierto modo te lo ha convertido en un minusvalido. Quedas reducido a la minima expresión y aquello de "donde hubo siempre queda algo" no deja de ser la excepción que confirma la regla.
El Ser supremo que creó al hombre cometió muchos errores pero con él probablemente uno de los mayores, ¿que le costaba haberle puesto un hueso a ese cartílago? ¿o simplemente articularlo como un dedo?.
Podríamos partir al hombre en dos hemisferios: el norte y el sur. Cuando eres joven actúas con demasiada ceguedad al no echar mano de las herramientas que te proporciona el otro hemisferio. Cuando envejeces debes de ser mucho más creativo y utilizar el hemisferio norte con entusiasmo, sin esperar demasiado al sur.
Mi querido amigo descansa en paz.
Gracias por todo, se acabo tu época.
Ahora... ahora... es otra cosa. |
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