sábado, 19 de octubre de 2013

SI SI, ES CIERTO QUE HAN PASADO DECADAS DESDE AQUELLOS NEFASTOS SUCESOS, PUEDO ASEGURAR QUE YO NO HE TENIDO CULPA ALGUNA EN ESTOS RETRASOS, (PIENSO QUE LA JUSTICIA ESPAÑOLA, QUE NUNCA HEMOS DEJADO DE SUFRIRLA LOS CIUDADANOS DE A PIE) ALGUNAS VERGÜENZAS PROPIAS TENDRAN QUE SACAR A LA LUZ.................COMO POR EJEMPLO QUE LAS AUTORIDADES ESTABAN AVISADAS DE LOS RIESGOS DE TOMAR ESE MALDITO MEDICAMENTO...............LOS JUECES PODRAN CANTAR AQUELLO DEL "QUE SI QUE SI, QUE NO QUE NO, DE LA PARRALA SI SE LES PASA POR SUS BENDITOS HUEVOS, PERO PARA MI "QUE SOY MENOS QUE NADA" FUE UN CRIMEN MASIVO Y ENCIMA CON PREMEDITACION Y ALEVOSIA

El laboratorio Grünenthal cuestiona ahora el juicio contra la talidomida

La compañía alega que han pasado 50 años y que actuó «conforme a la época».




DANIEL ROLDÁN | MADRID 15/10/2013
Tres horas para acabar con una espera de casi seis décadas. Casi un suspiro en comparación con lo que los enfermos de talidomida han tenido que pasar hasta salir a la luz, como ellos repiten de forma machacona.
Su historia tiene fecha de inicio: el 25 de diciembre de 1956. Ese día de Navidad comenzó el calvario para miles de bebés en España, unos 3.000, y sus familias, por culpa de un principio activo maldito: la talidomida.
Presente en diez medicamentos, el más conocido era el Soitenon y se recetaba para las nauseas de las embarazadas. Y aunque el prospecto solo informaba de un «ligero estreñimiento», provocó malformaciones en más de 20.000 niños en todo el mundo. En noviembre de 1961, la farmacéutica Grünenthal lo retiró del mercado en Alemania y el resto de los países donde lo comercializaba. Pero en España se siguió vendiendo hasta 1962 y en algunos lugares hasta 1963.
Casi seis décadas después, esos niños se vieron las caras con los creadores de la talidomida en el Juzgado de Primera Instancia número 90 de Madrid, en un juicio exprés en que la compañía contestó los argumentos de la demanda presentada por la Asociación de Víctimas de la Talidomida (Avite). Los afectados reclaman 204 millones de indemnización, 20.000 euros por cada punto porcentual de minusvalía de los afectados. En la vista, el representante legal de la farmacéutica, Guillermo Castillo, defendió que Grünenthal «actuó conforme a la época» y lamentó «sinceramente» esta tragedia. Reconoció que en el prospecto no se aclaraba las propiedades malignas del principio, aunque también indicó que no era obligado en España. La farmacéutica, además, adujo que hubo empresas que fabricaron en España medicamentos con talidomida de forma «independiente» de Grünenthal y que dejó de vender este producto en noviembre de 1961 en España de forma directa. Todo lo que se distribuyó después, asegura el abogado, fue stock fuera del control del laboratorio. En su argumentación también defendió que los delitos hayan prescrito. «Los hechos ocurrieron hace más de 50 años, por lo que consideramos que la legitimidad de cualquier procedimiento podría verse seriamente comprometida por el lapso de tanto tiempo», argumentó.

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