martes, 10 de mayo de 2011

"Llamé una y otra vez a las autoridades y no hicieron nada"

El sacerdote eritreo que dio la voz de alarma detalla la catástrofe

Moses Zerai dirige la ONG Habeshia.

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"Estuve llamando una y otra vez a las autoridades, contando lo que había pasado, día tras día, y nadie hizo nada". El padre Moses Zerai, sacerdote eritreo que vive en Roma y dirige la ONG Habeshia, fue el primero que supo que el barco con los 72 inmigrantes estaba con problemas. Uno de los pasajeros le llamó desde su teléfono satélite pidiéndole auxilio: el sacerdote es muy conocido entre la población inmigrante italiana y es probable que se lo pasara algún familiar ya afincado en Europa. A partir de ahí, Zerai se desesperó para que alguien escuchase su alarma, según relató ayer a Público en conversación telefónica.
Su relato es sólido, el sacerdote no duda en dar fechas, horas y nombres de organizaciones. "Me llamaron desde la barca el 26 de marzo por la mañana, me contaron que estaban en peligro, que apenas tenían agua, ni comida, ni gasolina", explicó el sacerdote, cuya organización tiene una gran reputación en Italia. "Telefoneé inmediatamente después a la Guardia Costera italiana y les conté la situación", continuó. "De acuerdo, trataremos de ayudarles y pasaremos la información a las autoridades marítimas de la zona", le contestaron los italianos.
"Quiero saber a quién pertenecen los aparatos que les contactaron"

Teléfono satélite

"Después de eso, estuve esperando a que los guardias costeros italianos me devolviesen la llamada. Les llamé una vez, y otra, y otra. Y nada. Intenté llamar por otro lado al teléfono satélite que tenían en la barcaza, pero ya no daba conexión", prosiguió el padre Zerai.
Tras días de intentar comunicarse con las autoridades italianas, Zerai, desesperado, llamó a la base de la OTAN en Nápoles . "Les conté también a ellos lo que había ocurrido, les di el teléfono que tenían los inmigrantes, les pregunté si les iban a buscar. Me dijeron a todo: OK". Pero nadie se puso en contacto con Zerai, y pasaron los días, hasta que el sacerdote recibió una llamada desde Suiza de uno de los familiares de los náufragos.
Zerai llamó también a la base de la OTAN en Nápoles para contar lo ocurrido
"Me contó que las mareas les habían devuelto a las costas libias, que llegaron 11 vivos, pero que en Libia han muerto dos. Que sólo quedaban nueve supervivientes", afirma el sacerdote.
Este pidió al familiar un teléfono para ponerse en contacto con algún superviviente, que le contó todo lo que había pasado en los 16 días que estuvieron a la deriva, sin recibir ayuda,pasando hambre y sed y viendo cómo uno a uno iban muriendo sus compañeros.

Agua, fotos y galletas

Los inmigrantes fueron fotografiados desde el helicóptero, según su relato
"Este inmigrante me dijo que un helicóptero les sobrevoló y les tiró agua y galletas y que sus integrantes les hicieron fotos mientras les decían que no se preocupasen, que volverían", continúa el cura. Después, la barcaza dio con un portaaviones, pero tampoco recibió ayuda.
"Yo no sé de quién era ni el helicóptero ni el portaaviones, pero exijo que alguien diga de quién son. ¿Que no son de la OTAN? Pues que alguien diga a quién pertenecen. Malta, Reino Unido, Francia. ¿O es que acaso tienen helicópteros volando sin autorización?", se pregunta indignado el padre Zerai. "En el mar todo está bajo control, saben de sobra los barcos y la intendencia que tenían en la zona. Que alguien dé la cara, y explique cómo han dejado morir de hambre y de sed a 61 personas", concluye.

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