miércoles, 17 de octubre de 2012

¡¡OYE!! LIMPIATE LOS DIENTES


  • Alimentos para blanquear los dientes‏




                                                     

Estimado Lector,

Incluso los tratamientos más agresivos para blanquear los dientes pierden su efecto al cabo de seis meses. Son caros y pueden dañar el esmalte. A continuación tiene todo lo que usted debe saber sobre el color de sus dientes.

El color natural del esmalte varía del amarillo al gris claro. El esmalte es una sustancia muy dura que rodea y protege la dentina de los dientes en la parte de éstos que aparece por fuera de las encías.

La dentina es la parte del diente que esta insertada dentro de la encía, y que puede considerarse como "el hueso" del diente. Como el esmalte es algo translúcido, deja que se transparente la dentina. Por ello el color de la dentina también va a determinar el color de sus dientes.


El esmalte de los dientes puede mancharse como la ropa 

El esmalte dental es ligeramente poroso, lo que supone que las partículas finas de los alimentos que usted toma pueden penetrar en él y quedarse “enganchadas”. Esto explica el “bonito” color púrpura que adquieren los dientes al comer arándanos, y también al beber vino tinto, rico en taninos.

La realidad es que todos los alimentos que manchan su mantel manchan también sus dientes:
                                              


  • Las bebidas coloreadas como café, té, cola, vino tinto y zumos de frutas oscuras (uva, arándano, etc.);
  • Los alimentos de colores fuertes, como moras, arándanos, cerezas, granada, helados de frutos rojos, salsa de tomate o de curry, remolacha, regaliz… Todos estos alimentos contienen pigmentos que se adhieren al esmalte y dejan marcas, que son más duraderas cuanto más poroso sea el esmalte.

Qué hace que el esmalte se vuelva poroso

Todos los alimentos ácidos aumentan la porosidad del esmalte y, desgraciadamente, estos alimentos son muy numerosos: carnes, huevos, productos lácteos, aceites vegetales, cítricos, azúcar refinada, refrescos gaseosos, bebidas energéticas, la cerveza, los edulcorantes artificiales…

Para evitar dañar su esmalte, evite cepillarse los dientes en la media hora siguiente a haber consumido alimentos ácidos. Esto dará tiempo a su esmalte para endurecerse de nuevo.

Los caramelos, los refrescos con azúcar e incluso los zumos de frutas contienen sacarosa, que recubre el esmalte. Las bacterias que están en la boca de forma natural, especialmente la horrible Streptococcus mutans, transforma la sacarosa en ácido láctico, que desmineraliza los cristales del esmalte, favoreciendo la invasión de bacterias dentro del diente y su consiguiente destrucción.

No es la cantidad de azúcar que se consume, sino la frecuencia con que se hace, lo que hace más daño a sus dientes. Cada vez que usted toma azúcar, el esmalte se desmineraliza y permanece vulnerable durante unos 30 minutos. Así, comer pequeñas cantidades de azúcar de forma continua es peor para los dientes que una gran cantidad de una sola vez.

Preste especial atención en los días posteriores a un tratamiento de blanqueamiento dental. Estos tratamientos, realizados a base de agua oxigenada, aumentan la porosidad del esmalte durante 48 horas. Su dentista o el instituto de belleza que realice la operación le hablarán de “solución de peróxido de hidrógeno”, que queda más serio, pero se trata de lo mismo.


Los alimentos que mantienen blancos los dientes

Sin embargo, no todos los alimentos dejan los dientes amarillos. De hecho, muchos de ellos contribuyen a mantener su color de perla:


  • Las manzanas, las peras, el apio, las zanahorias, la coliflor y los pepinos. Estas frutas y verduras tienen suficiente fibra para lograr un efecto de cepillado de dientes natural.
  • La lechuga, las espinacas y el brócoli. Estas verduras contienen un compuesto que produce una fina película que se deposita sobre sus dientes y ayuda a protegerlos contra las manchas. Una razón más para comenzar las comidas con una ensalada verde.
  • Los quesos contienen grasas y proteínas que neutralizan los ácidos de los alimentos. El queso estimula la producción de saliva, y además contiene calcio y fósforo, que contribuyen a la protección de los dientes a través de la remineralización del esmalte (formado en un  95% por minerales).

Blanquear sus dientes en casa

He aquí dos trucos que usaban nuestras abuelas para blanquear los dientes en su casa sin ningún riesgo:


  1. Frotarse los dientes con el interior de una cáscara de naranja, es decir, con la parte blanca que se encuentra entre la corteza y los gajos de la fruta. En lenguaje científico, la parte blanca de la naranja se llama el mesocarpio y contiene sustancias químicas que blanquean los dientes. Frote durante 45 segundos los dientes con esta parte y cepílleselos media hora después.

  2.                                                        
  3. Pasta de fresas y de levadura para el horno (bicarbonato de soda): las fresas contienen un compuesto que actúa como un agente blanqueador natural. Aplaste una fresa madura y mézclela con bicarbonato de soda hasta obtener una pasta. Las fresas son ácidas, pero la soda neutraliza la acidez. Aplique esta pasta sobre los dientes, deje actuar 20 minutos y enjuague. Espere media hora y luego cepíllese los dientes para eliminar el azúcar natural de la fresa.
Algunas personas afirman que frotarse los dientes con carbón vegetal también blanquea los dientes, pero no tengo ninguna opinión al respecto.

¡A tu salud!

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