domingo, 11 de septiembre de 2011

COMETA A LA VISTA


Vicente Aupí








Desde hace algunas semanas tenemos un invitado en el cielo de verano. Se trata del cometa Garradd (C/2009 P1), que estos días de septiembre se mueve de la constelación de Vulpecula a la de Hércules. Aunque no es observable a simple vista, sí que está ya al alcance de los prismáticos, y ganará brillo con la llegada del otoño, aunque como siempre hay dudas sobre la magnitud que alcanzará. Parece, en cualquier caso, que estamos ante el cometa más interesante desde que en 1997 nos visitó el Hale-Bopp. De momento, el Garradd muestra una cabellera notable, aunque la cola no llega a tanto. El resplandor de la Luna llena molesta ahora para su localización, pero en las próximas semanas mejorarán claramente las condiciones, de forma que es muy probable que a la luz de unos buenos binoculares mucha gente pueda disfrutar de su visión. En contra de lo que pueda pensarse, los telescopios no son un buen instrumento para observar los cometas, salvo que queramos hacerlo por partes. Estos objetos celestes, escombros del Sistema Solar a los que Fred L. Whipple definió a mediados del siglo XX como «bolas de nieve sucia», tienen colas de millones de kilómetros y su tamaño aparente en el cielo es tan grande que no caben en el reducido campo óptico de los telescopios. Por eso, para los cometas los prismáticos son mucho más adecuados.

vaupi@estrellasyborrascas.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario