jueves, 8 de septiembre de 2011

11-S, el origen del eje del mal

R. VENTURA





Cuando las dos Torres Gemelas de Nueva York se desplomaban, pocos comprendieron que era el corolario necesario de la colaboración de Bush padre y Bush hijo con Ben Landen y otros conspicuos ricos de Arabia Saudí y Kuwait en su ambición de dominar el golfo Pérsico y su riqueza petrolera para hacer de esta región un mare nostrum. No había comenzado en Alemania o en la Costa Brava, mientras la célula preparaba este atentado suicida, que hirió a la potencia número uno del mundo, en su tierra y en su corazón, sino mucho antes, cuando Reagan y la CIA decidieron hacer la guerra sucia contra la URSS en Afganistán. El Ejército Rojo se retiró, como el de Norteamérica de Viet-Nam, pero habían creado los talibanes, que camparon a sus anchas, con su dinero y sus armas. El deslizamiento de esta región limítrofe con Pakistán, Irán, Irak... era cuestión de tiempo.
Otra jugada perversa les había llevado antes a vender todo tipo de armamento a Sadam Husein en Irak, para que doblegara o contuviera a Irán, Israel hacía de intermediario, que ya es. El Irán/Contra es una de las fechorías de este juego internacional para fastidiar a Rusia y no dejarle acercarse desde el Cáucaso a las fuentes del maná-petróleo, una Rusia que pronto dejó de ser roja y pasó a ser la mejor aliada en el capitalismo sin reglas.
Y luego hemos tenido dos guerras del Golfo, dos, y la invasión de Afganistán, primero, y luego la de Irak, la segunda con Bush hijo, para rematar al examigo de Margaret Thatcher, y ahora enemigo personal de la familia y sus aliados Cheney y Powell. Desde Halliburton y la Cinco Hermanas petroleras, todos se han estado lucrando. No digamos Blackwater. 
Han sido varias décadas de cavar la tumba y buscar el oro, sucio, y de forma violenta y sangrienta. Sangre por petróleo es la fórmula. Y así llegamos al 11-S y seguimos en una oleada de terror, represión, control y presunta venganza sin precedentes. Para dominar la zona y tener a los amigos como aliados y rehenes. Y seguimos allí, porque estamos metidos en tres guerras, lo nunca visto desde tiempos de Carlos V y Felipe II.
Así nos hemos metido en un lío tras otro, así nos han llevado al cenagal (tortura y raptos incluidos), y así nos han hundido en la crisis, que según Lagarde va a ser «una recesión global». No nos puede lucir más el pelo. Y por más que nos quejemos, hemos sido socios en varias operaciones y nos hemos tragado sus bonos basura y sus hipotecas vendidas como buenas por la gran banca americana (ahora el Gobierno de EE UU les demanda por mentir y manipular a cinco grandes entidades para que paguen los platos rotos). Ni tasa Tobin ni informe de los manejos. Y golpe de Estado financiero día sí y día también.
No quieren que estemos cabreados, no quieren que estemos indignados. Quieren que estemos jodidos y aguantemos estoicamente. Gocemos del caos
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