Incluso para lo habitual en cuanto a la conducta de los soldados israelíes en Cisjordania, esto es ir demasiado lejos. Habitualmente, los diplomáticos europeos se ahorran lo peor del trato que reciben los palestinos. No esta vez.
Los soldados tiraron al suelo a una diplomática francesa que formaba parte de una delegación europea que se dirigía a Khirbet Al-Makhul, una comunidad beduina de 120 personas, cuyas casas fueron derruidas el lunes por orden del Tribunal Supremo israelí. Los diplomáticos llevaban ayuda humanitaria a los afectados, que se han negado a abandonar la zona. Los militares pretendían incautarse de esa ayuda.
Reuters: “Me sacaron del camión y me obligaron a tirarme al suelo sin importarles la inmunidad diplomática, dijo la diplomática francesa Marion Castaing. “Así es como se respeta aquí el derecho internacional”, dijo cubierta de polvo.
El martes, los soldados impidieron que un equipo del Comité Internacional de la Cruz Roja entregara ayuda a las personas ahora sin casa. Un día después, pudieron montar unas tiendas, pero el Ejército les obligó a levantarlas.
Otro diplomático europeo dijo a Reuters que la actuación de los soldados fue escandalosa e inaudita. “La Convención de Ginebra dice que una potencia ocupante tiene que ocuparse de las necesidades de la población bajo ocupación. Estas personas no están siendo protegidas”.
La forma en que tiene Israel de “ocuparse” de la población palestina es aplicarle la ley israelí, incautarse de su tierra, utilizar sus recursos naturales, en especial el agua, y beneficiar a los colonos israelíes que vienen de fuera. Los diplomáticos saben que eso vulnera la Convención de Ginebra. Los gobiernos también, pero eso no impide que otorguen a Israel un estatus privilegiado en sus relaciones.