Ni estimada ni admirada señora Angela Merkel:
Convencido de que esta carta jamás llegara a sus manos, yo, un españolito de a pie en los dos últimos años no oye nada mas que quejas y lamentos detrás de la ruina que sus bancos alemanes, con la ayuda inestimable de los políticos de mi país, lo han dejado destrozado.
En los años ochenta un gran estadista -nada que ver con usted- Helmut Kohl dijo, “yo quiero una Alemania integrada completamente en Europa”, en cambio su discurso y sus intenciones son otros bien distintos. Usted sueña con una Europa sometida a Alemania, (poquito a poquito estamos volviendo a las, ya andadas, hace uno cuantos años).
Cuando tenga a todo el sur de Europa arruinado, cuando casi nadie le pueda comprar un coche o un frigorifico, ¿que piensan hacer? Porque Alemania vende el 80% del producto que fabrica. Cuando no tengan liquidez porque no hay ventas, ¿piensan coger lo que necesiten “por la fuerza”? otra vez.
Cuidado señora Merkel, es posible que usted este jugando con fuego. Le recuerdo que ya se quemaron en dos ocasiones anteriores porque, estará usted de acuerdo conmigo, en que todo tiene un limite.
Atentamente
sisco
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