domingo, 24 de febrero de 2013

EL FUTBOL ENTRE APRETARSE EL CINTURON Y LA SUPERVIVENCIA



Ligas como la de Inglaterra, Alemania y España aprueban reglamentos para controlar y reducir las deudas, con una reinvención de las competiciones como telón de fondo


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Arrastran temporada tras temporada deudas millonarias y sin embargo gastan cada año arededor de 3.000 millones de euros en fichajes. Es el dibujo que pintaba hace unos días la Unión Europea sobre los equipos de fútbol del continente en un informe.
Manchester United, Barcelona, Chelsea, Real Madrid, Milan... no se libra ninguno. Se impone por tanto, y más en tiempos de crisis, la necesidad de reducir -o al menos limitar- gastos y deuda para que las competiciones sigan manteniéndose como tales y sean sostenibles a medio plazo.
Es por ello que competiciones como la Premier Legue inglesa y la Liga han aprobado recientemente reglamentos de control económico, que incluyen medidas tales como establecer topes salariales, algo que ya se aplica en Alemania. En la liga inglesa además, una de las novedades es que los equipos no podrán acumular pérdidas de más de 105 millones de libras (120 millones de euros) en un periodo de tres campañas. El objetivo es impedir que jeques como el del Manchester City o millonarios como Abramovich en el Chelsea pongan millones y millones de euros provenientes de los petrodólares o de cualquier otro sitio.
En el caso concreto de la Liga española, con una deuda de los clubes de alrededor de 3.500 millones de euros -700 de ellos con Hacienda- se impedirá fichar a todos aquellos equipos que se pasen del límite del coste establecido para cada uno previamente. La LFP controlará los presupuestos de cada club y exigirá que se demuestre una proyección de reducción de gastos no deportivos que superen el 10% de la temporada anterior. El objetivo es "tener una economía saneada en el año 2020 y un futuro viable", según afirma el jefe de prensa de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Juan Carlos Santamaría.
Algo que Josep María Gay de Liébana, profesor de Economía en la Universidad de Barcelona, ve bien como ejercicio de poner en orden las finanzas, pero rebate: "Vayamos a la realidad, que es que ya no pueden fichar ahora porque realmente no tienen capacidad para poder pagar ningún fichaje".

La supervivencia de los pequeños 

De hecho, considera inasumible para todos los clubes, a excepción de Madrid y Barça, que puedan hacer frente a lo que deben, ya que "no tienen la talla suficiente como para poder pagar esa deuda". Los números del profesor, que publicó un estudio hace cuatro años sobre el estado de las cuentas en el fútbol europeo, es que estos 18 equipos de Primera han de hacer frente, con 680 millones que tienen en activos, a 2.500 millones de deudas, puesto que los 1.000 restantes son de Madrid y Barça. "Esto no se va a poder pagar", sostiene.
"Las deudas de los equipos no se van a poder pagar"
"Al final de lo que se trata es de cumplir cada uno con los objetivos económicos que precisa para no poner en peligro su propia subsistencia ni a la propia competición", señala Santamaría. Y ése es precisamente uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la Liga: la supervivencia de los clubes de tamaño pequeño o medio, la clase media y baja del fútbol, en definitiva. Aquellos que no podrán fichar y que se encuentran en riesgo incluso de desaparecer, como alertó el presidente de la RFEF, Ángel María Villar, en el diario El País hace unos días. 
"Clubes de barrio -apunta Gay de Liébana- que se apalancaron en el constructor y el empresario local, y que ahora están jodidos a más no poder". El jefe de prensa de la LFP defiende, no obstante, el saneamiento: "Hay que suponer que cuanta menos deuda tengas, menos intereses y más libertad para actuar y esto al final te puede ver liberado de tantos compromisos de pago".
La LFP considera, sin embargo, que no será un gran número el de los clubes que se vean en la situación de no poder fichar por sus deficitarias cuentas.

Reinvención

El saneamiento del fútbol español se topa además con otro gran problema: que la brecha entre los grandes y los pequeños se agrande aún más, beneficiando al duopolio Barça-Madrid y haciendo todavía menos atractiva la Liga de lo que ya lo es ahora. Una competición "muerta" y "sin alicientes" para Gay de Liébana. Aunque Santamaría estima que "al final, de todas formas, las grandes diferencias que siempre se hablan del Real Madrid y del Barcelona con el resto son verdaderamente muy grandes". 
"El producto se muere porque se llama Barça y Madrid, Madrid y Barça, pero ya está"
El hecho es que el fútbol europeo en general y el español en particular no sólo tienen que hacer frente a un recorte de gastos y deudas, sino probablemente a otro tipo de cambios, más estructurales para ser más atractivos y cambiar un producto que "se muere porque se llama Barça y Madrid, Madrid y Barça, pero ya está", considera el profesor de la Universidad de Barcelona.
Una "reinvención", como acuñó el presidente del Milan, Adriano Galliani. El ejemplo a seguir para ello son Inglaterra y Alemania, países donde sus ligas son enormemente atractivas porque hay cierta competencia por el título y eso lleva a que la mayoría de los estadios presenten una buena entrada. Precisamente una de las bazas que llevó a Guardiola a decantarse por el Bayern de Múnich.
Para que todos los equipos tengan más recursos y sean, por tanto, más competitivos, Gay de Liébana plantea que la LFP venda mejor su imagen internacionalmente, para llegar a más mercados. Mirar al exterior porque "si nuestros clubes gozan de un buen posicionamiento internacional, las grandes compañías multinacionales patrocinarán a nuestros clubes también", aconseja. "Pero ahora patrocinan a los clubes de la Premier, que normalmente se mueven como marca global y lo que pasa en España es que nos movemos como marca muy local", afirma, ya que Barça y Madrid sí aprovecharon su capacidad y potencia para "mirar al mundo". Es decir, que equipos como Osasuna o Granada, por poner dos ejemplos, se hagan más internacionales o que al menos la Liga en su conjunto tenga una imagen más atractiva globalmente.
También propone modificar el sistema de las competiciones europeas - Champions y Europa League- para que estas puedan ser un "chaleco salvavidas" para los clubes más modestos.  Bruselas, por su parte, abogaba en su informe por implantar una "tasa de equidad deportiva" para acabar con la "hegemonía" de los grandes clubes.
De cómo se afronten estas situaciones dependerá en buena medida el futuro de la Liga y del fútbol español. "A mi que no me hablen del 2020, para entonces no existirá Liga, y si existe no se parecerá mucho a la de ahora", zanja Gay de Liébana.

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