miércoles, 19 de noviembre de 2014

La sordera continuada de los curas les lleva a tapar sus propios "sonrojos". Por lo visto es que son todos iguales... Como dios manda. sisco



AMINA NASSER / 18 Nov 2014
Francisco Javier Martínez, arzobispo de Granada.Francisco Javier Martínez, arzobispo de Granada.
El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, se saltó las normas de la Santa Sede que le obligan a actuar contra los presuntos autores de los delitos de abusos sexuales contra menores y también contra sus encubridores. El prelado granadino actuó a remolque, tarde y mal, forzado por el propio Vaticano y suspendió ‘a divinis’ a los tres sacerdotes diocesanos que están siendo investigados por el Juzgado de Instrucción número 4 de Granada como supuestos autores de los abusos, pero no tomó ninguna medida contra sus encubridores. Es más: el arzobispo otorgó esas funciones pastorales a otros tres sacerdotes que están siendo investigados.
Las fuentes consultadas por andalucesdiario.es insisten en que “trató de tapar el tema y no tomó ninguna medida hasta que no se vio obligado por el Vaticano”. Lo hizo, además, después de que el denunciante, un joven feligrés de 24 años, denunciara los hechos, primero a través de una carta dirigida al Papa Francisco, y después, ante la Fiscalía Superior de Andalucía, animado por la respuesta personal del propio Jorge Mario Bergoglio.
Las normas de la Santa Sede sobre el proceder de la Iglesia por ‘delicta graviora’, es decir, por acciones contra la fe, los sacramentos y la moral, entre los que se encuentran el de abusos sexuales contra menores, son tan claras como contundentes. Plantean la protección de los niños y de los jóvenes y la necesidad de dar una respuesta adecuada a los eventuales casos de abuso sexual de menores cometidos en una diócesis y establece procedimientos para asistir a las víctimas de abusos como para la formación de la comunidad eclesial en vista de la protección de los menores. Las normas determinan que hay que actuar contra los supuestos autores, tomando medidas cautelares, y también contra sus encubridores, algo que ignoró el arzobispo de Granada.
NO INFORMÓ A LA CONFERENCIA EPISCOPAL
No solo eso. Según fuentes consultadas por andalucesdiario.es, Francisco Javier Martínez no ha informado en ningún momento a la Conferencia Episcopal de la investigación sobre los supuestos abusos sexuales que afectan a varias parroquias de Granada.
En teoría, el arzobispo debía haber dado explicaciones del asunto en la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal que se celebra estos días. Pero el lunes no acudió a la reunión y este martes, tampoco. En su gabinete de prensa aseguraban que no saber dónde estaba.Fuentes bien informadas aseguran que Francisco Javier Martínez estuvo por la mañana en Granada,aunque por la tarde decidió viajar a Madrid para participar en el plenario episcopal.
La investigación judicial que sigue el Juzgado de Instrucción número 4 de Granada afecta a varias parroquias, según ha señalado fuentes cercanas a la investigación. Las mismas fuentes no descartan que puedan producirse detenciones en las próximas horas.
Tal y como avanzó ayer andalucesdiario.es, el juzgado investiga la implicación de doce personas: tres sacerdotes diocesanos como presuntos autores de los abusos contra varios menores (al menos cuatro), otros siete sacerdotes como supuestos encubridores y dos seglares.
ABUSOS DESDE LOS 12 AÑOS
El caso sigue bajo secreto de sumario. La Policía Judicial intenta esclarecer el grado participación de los sacerdotes investigados en los hechos denunciados. El subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, no ha descartado posibles arrestos. Preguntado por la posible existencia de una red de pederastia, el subdelegado ha respondido: “Ahora mismo se ha abierto el proceso de investigación y todo está bajo secreto de sumario, pero no me atrevería a decir tanto, simplemente hay unas conductas que se están investigando y a partir de ahí tendremos resultados bastante pronto”.
La víctima de los abusos –la única de la que hasta ahora se tiene certeza, ya que puede haber más– cuenta en estos momentos con 24 años y, al parecer, es profesor de un colegio vinculado al Opus Dei de la provincia de Granada. Según informaciones de la SER y de la agencia Efe, sufrió las agresiones desde que tenía 12 años y hasta la mayoría de edad.

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