Un emblema del Valencia CF

                                                                                                                        

El carismático futbolista de la Pobla Llarga abandona el Valencia CF en un año de gran inestabilidad interna. Tampoco es nada extraordinario, porqueen  el equipo se ha acostumbrado a perseguir éxitos deportivos un ambiente de inconsistencia y gran variabilidad social, aunque se marcha con el aprecio general de los aficionados. Tampoco es habitual esa unanimidad, pero Albelda la tiene merecida. Ha sido el gran capitán del equipo, el símbolo de la garra, el pundonor y la épica valencianista. Lo ha ganado todo: dos ligas, una copa de la UEFA, una supercopa de Europa, una Copa del Rey, ha sido 51 veces internacional y ha disputado casi quinientos partidos oficiales con la camiseta del club blanquinegro. Representa como pocos el espíritu de ese equipo competitivo y ganador que conquistó títulos y sedujo al mundo en la primera década de este siglo.

El nuevo presidente del VCF, Amadeo Salvo, concedió ayer un trato privilegiado a Albelda al presentarse en la reunión que debía debatir su futuro en el club de Mestalla. Le respetó sus galones, pero no le ofreció la continuidad que reclamaban amplios sectores valencianistas. El jugador quiere saltar los domingos a los terrenos de juego y Djukic no parece dispuesto a garantizarle la titularidad. El desencuentro le aboca a buscarse un nuevo club. Será imposible olvidarle. Su nombre va indisolublemente unido a un equipo ideal del que también forma parte otro valenciano mítico, Puchades. Ambos compartían el seis estampado en la espalda. Un dorsal histórico