El tesoro que Daniya guardaba en una tinaja
Descubierta en la década de 1920, la colección de 170 bronces islámicos de Dénia es la más importante hasta ahora hallada en el Mediterráneo occidental
03.06.2013 | 00:00
A. P. F. DÉNIA Fue a finales de la década de 1920 cuando durante unas obras en la calle Historiador Palau de Dénia de la red de agua potable los obreros hallaron una tinaja que contenía un inmenso tesoro. La vasija contenía 170 piezas de bronce. Los obreros debieron quedarse un poco despagados al comprobar que esos objetos no eran de oro ni de plata. Pero, por lo finamente labrado que estaba el metal, ya vislumbraban que habían dado con un auténtico tesoro. Y tanto que lo era.
"Es la colección de bronces de época andalusina más importante hasta ahora hallada en el Mediterráneo occidental", afirma el director del Museo Arqueológico de Dénia, Josep A. Gisbert. Este conjunto está a la altura de los descubiertos en los primeros años de este siglo XXI en Israel, en concreto en Caesarea (150 piezas) y Tiberiades (1.000 objetos). Además, las tres colecciones guardan muchísimas similitudes. En el siglo XI, que es de cuando data el tesoro de Dénia, las relaciones entre Dénia y Alejandría eran muy activas. "Contamos con fuentes escritas islámicas que así lo atestiguan. Esta colección demuestra que ese contacto era directo y constante", explica Gisbert.
Los bronces islámicos de Dénia nunca han perdido actualidad. Hace unos días el conservador del MARQ Rafael Azuar Ruiz presentó su libro Los bronces islámicos de Dénia. El interés de los investigadores no declina. Además, como apunta el director del museo de Dénia, la colección es muy solicitada para distintas exposiciones. "En los años 80, estos bronces viajaron a diversas muestras monográficas en Barcelona, Teruel, Valencia o Murcia. Y ahora nos los han pedido para una exposición en la Alhambra de Granada".
Las piezas más importante se exhiben en la sala de piedra del Museu Arqueològic de la Ciutat de Dénia. Sin embargo, quizás sería el momento de dar más realce expositivo a este tesoro islámico. Así, de hecho, lo cree Gisbert. Además, ahora, como ya ha anticipado la concejala de Cultura, Pepa Font, la ciudad va a empezar a conmemorar una efeméride de gran trascendencia. Se cumple el primer milenio de la taifa de Daniya.
Cuando se descubrió la tinaja con esas 170 piezas de bronce, la colección se depositó en el ayuntamiento de Dénia. "Por suerte, sobrevivió a la guerra del 36", recuerda el director del museo. "Aunque sí hay algunas evidencias de sustracciones", precisa.
En los años 40 del pasado siglo, unas 35 piezas aparecieron en la colección del museo provincial de Alicante. Y en los años 80, señala Gisbert, "se hizo el primer inventario detallado y se consiguió recuperar unas 13 piezas que habían estado desmembradas del conjunto y que se hallaban depositadas en una colección privada y expuestas en las vitrinas del museo arqueológico de Gata".
"Es la colección de bronces de época andalusina más importante hasta ahora hallada en el Mediterráneo occidental", afirma el director del Museo Arqueológico de Dénia, Josep A. Gisbert. Este conjunto está a la altura de los descubiertos en los primeros años de este siglo XXI en Israel, en concreto en Caesarea (150 piezas) y Tiberiades (1.000 objetos). Además, las tres colecciones guardan muchísimas similitudes. En el siglo XI, que es de cuando data el tesoro de Dénia, las relaciones entre Dénia y Alejandría eran muy activas. "Contamos con fuentes escritas islámicas que así lo atestiguan. Esta colección demuestra que ese contacto era directo y constante", explica Gisbert.
Los bronces islámicos de Dénia nunca han perdido actualidad. Hace unos días el conservador del MARQ Rafael Azuar Ruiz presentó su libro Los bronces islámicos de Dénia. El interés de los investigadores no declina. Además, como apunta el director del museo de Dénia, la colección es muy solicitada para distintas exposiciones. "En los años 80, estos bronces viajaron a diversas muestras monográficas en Barcelona, Teruel, Valencia o Murcia. Y ahora nos los han pedido para una exposición en la Alhambra de Granada".
Las piezas más importante se exhiben en la sala de piedra del Museu Arqueològic de la Ciutat de Dénia. Sin embargo, quizás sería el momento de dar más realce expositivo a este tesoro islámico. Así, de hecho, lo cree Gisbert. Además, ahora, como ya ha anticipado la concejala de Cultura, Pepa Font, la ciudad va a empezar a conmemorar una efeméride de gran trascendencia. Se cumple el primer milenio de la taifa de Daniya.
Cuando se descubrió la tinaja con esas 170 piezas de bronce, la colección se depositó en el ayuntamiento de Dénia. "Por suerte, sobrevivió a la guerra del 36", recuerda el director del museo. "Aunque sí hay algunas evidencias de sustracciones", precisa.
En los años 40 del pasado siglo, unas 35 piezas aparecieron en la colección del museo provincial de Alicante. Y en los años 80, señala Gisbert, "se hizo el primer inventario detallado y se consiguió recuperar unas 13 piezas que habían estado desmembradas del conjunto y que se hallaban depositadas en una colección privada y expuestas en las vitrinas del museo arqueológico de Gata".
La procedencia de los bronces
Tras descubrirse los conjuntos de Tiberiades y Caesarea, un investigador inglés, Matthew J. Ponting, acudió a Dénia para conocer la magnitud de sus bronces islámicos. Publicó en 2003 un artículo en la revista Historical Metallurgy que revisaba el origen de estos metales finamente labrados. El artículo se titulaba From Damascus to Dénia: the scientific analysis of three groups of Fatimid period metalwork. "Ahora sabemos que una parte de los bronces se realizó en talleres del área del Cairo, otra en talleres del área sirio-palestina y otras piezas provenían de Irán, Irak y Afganistán", indica Gisbert.
Tras descubrirse los conjuntos de Tiberiades y Caesarea, un investigador inglés, Matthew J. Ponting, acudió a Dénia para conocer la magnitud de sus bronces islámicos. Publicó en 2003 un artículo en la revista Historical Metallurgy que revisaba el origen de estos metales finamente labrados. El artículo se titulaba From Damascus to Dénia: the scientific analysis of three groups of Fatimid period metalwork. "Ahora sabemos que una parte de los bronces se realizó en talleres del área del Cairo, otra en talleres del área sirio-palestina y otras piezas provenían de Irán, Irak y Afganistán", indica Gisbert.
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