ÁNGEL DÍAZ
MADRID.- La primera e histórica imagen de otro sistema solar, donde se aprecia claramente a tres planetas orbitando en torno a una estrella, acaba de ver la luz. Los telescopios Keck y Gemini, en lo alto del volcán Mauna Loa de las islas Hawai, han logrado este hito astronómico al fotografiar a HR 8799, una estrella que se encuentra a 130 años luz de nosotros en la constelación de Pegaso.
Alrededor de este cuerpo celeste orbitan tres mundos, todos mayores que Júpiter, que configuran el primer sistema planetario que se ha logrado fotografiar aparte del nuestro.
Los científicos, provenientes de Canadá y Estados Unidos y capitaneados por Christian Maurois, del instituto NRC Herzberg de la Columbia Británica, se han referido al hallazgo como una auténtica «mina de oro» para los teóricos de la formación de planetas, que ahora tendrán a su alcance un nuevo sistema sobre el que poner a prueba sus teorías.
Tal y como han revelado las imágenes, que se presentan en la última edición de la revista Science, HR 8799 y sus planetas forman una especie de versión ampliada del Sistema Solar externo, con tres cuerpos gigantes y gaseosos que orbitan en la lejanía a su estrella y que serían los equivalentes a Saturno, Urano y Neptuno, sólo que ahí las distancias son todas mayores.
Tras estudiar las imágenes y compararlas con las predicciones que establecen los modelos teóricos, los investigadores han logrado extraer algunas conclusiones sobre las características de los planetas.
En base al brillo que emiten en distintas longitudes de onda de luz, se cree que sus masas son entre siete y 10 veces mayores que la de Júpiter, mientras que sus diámetros son entre un 20% y un 30% más grandes que el del mayor de los planetas de nuestro Sistema Solar. Pero sus órbitas están tan alejadas que tardan cientos de años en completar una vuelta alrededor de su estrella, lo que dificulta la medición directa de sus masas y otras observaciones que dependen del tránsito de los planetas frente a su sol.
Otra dificultad con la que se han topado los investigadores es que, al no conocer con precisión la edad de los planetas, no saben hasta qué punto son correctas sus predicciones teóricas.
«Un conocimiento exacto de la edad de HR 8799 es fundamental para relacionar las luminosidades de los planetas con sus masas», señala Travis Barman, astrónomo del Observatorio Lowell y coautor del artículo que describe el nuevo sistema planetario. «Cuanto más viejos (o más jóvenes) sean los planetas, más (o menos) masivos serán. La detallada comparación con modelos teóricos de atmósferas confirma que los tres planetas poseen complejas atmósferas con nubes de polvo que atrapan y reflejan parcialmente la radiación».
En cualquier caso, lo que sí se sabe es que los planetas son casi unos recién nacidos, con una edad en torno a los 60 millones de años (lo que no es mucho tiempo a escala astronómica). De hecho, aún brillan con luz propia debido a la energía que acumularon durante su reciente formación. El próximo objetivo de los científicos es tomar imágenes individuales de los tres planetas y profundizar en el estudio de sus atmósferas para conocer su composición química, estructura de las nubes y propiedades térmicas.
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