jueves, 1 de marzo de 2012

EN EL VATICANO SE DAN DE ¡¡HOSTIAS!!


Casos de corrupción en licitaciones, un banco estatal ligado a mafias y blanqueo de dinero y un plan para asesinar al jefe de Estado. A pesar de que todos estos elementos nada santos parecen formar parte de la rutina de un país en el que impera el crimen, provienen de uno más cercano al cielo que a la vida terrenal. Sí, estamos hablando del Vaticano.
                                            

El propio vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi, le puso nombre al escándalo que ha estado golpeando al Vaticano en las últimas cuatro semanas. Como ‘vatileaks’ calificó el sacerdote a las filtraciones de documentos confidenciales del mencionado Estado que han aparecido en varios medios italianos.

“La administración estadounidense tuvo Wikileaks, al Vaticano le han tocado ahora sus ‘leaks’, fugas de documentos que tienden a crear confusión y desconcierto y a poner en entredicho al Vaticano, al gobierno de la Iglesia y, con más amplitud, a toda la Iglesia”, afirmó Lombardi el lunes pasado.

GUERRA SANTA
¿Cómo empezó toda esta historia que vuelve a manchar la reputación de la Santa Sede? A mediados de enero pasado, dos cartas del actual nuncio apostólico en EE.UU., Carlos María Viganó, sacudieron los cimientos de las iglesias de Roma al revelar un caso de corrupción en licitaciones realizado en el Vaticano.

La denuncia fue considerada un capítulo más de la pugna existente entre Viganó y el secretario de Estado, Tarcisio Bertone, debido al traslado del que fue objeto el nuncio. De acuerdo a lo que señala Viganó, en las misivas enviadas al Papa, perdió el puesto de secretario general del Governatorato de la Ciudad del Vaticano por haber implantado una política de rigor en la administración de los bienes de la Santa Sede.

“Los banqueros que integran el llamado Comité de Finanzas y Gestión se preocupan más de sus intereses que de los nuestros, y en diciembre del 2009 en una operación financiera perdieron 2,5 millones de dólares”, indicó el sacerdote en una de sus misivas. “Durante mi gestión logré que el Vaticano pasara de ocho millones y medio de pérdidas en el 2009 a un beneficio de 34,4 millones en el 2010”, añadió.

Asimismo, en la carta se vincula al mencionado comité con la secretaría de Estado que dirige Bertone.

De acuerdo con el historiador de la PUCP Juan Fonseca Ariza, es la primera vez que se hacen tan públicas las disputas internas. “Esta pugna existe desde la etapa de Juan Pablo II pero nunca se había dado el caso de que lleguen documentos a los medios”, expone.

DEFENSA
El Vaticano no demoró en salir al frente de las denuncias pero atacó al mensajero y no a la fuente. Lombardi amenazó con emprender acciones legales contra la televisora italiana La7, donde se emite el programa “Los intocables”, por haber difundido documentos reservados y dañar la honorabilidad de miembros de la Iglesia.

“Se
ha presentado [al Gobierno del Vaticano] de modo parcial y banal, exaltando evidentemente los aspectos negativos”, afirmó.
                                             

COMPLOT
Tres semanas después otro documento filtrado volvió a sacudir a la Iglesia. El diario “Il Fato Quotidiano” publicó un informe en el que se recogía una conversación del cardenal de Palermo, Paolo Romeo, en la que afirmaba que existe un complot contra el Papa.

“Seguro de sí mismo, como si lo supiese con precisión, el cardenal ha anunciado que al Santo Padre le quedan dos meses de vida”, indica la nota que tiene como fecha el 31 de diciembre. Nuevamente el Vaticano reaccionó con fuerza y señaló que la nota era un conjunto de divagaciones que no deben tomarse en serio.

Ante estos hechos, las últimas declaraciones de Lombardi buscan mostrar que detrás de las filtraciones existen más intereses particulares que una búsqueda de hacer justicia.

“Quien facilita este tipo de documentos los utiliza para objetivos que no son, de seguro, el amor puro a la verdad”, indicó el vocero en un comunicado.

Una posición similar es la que tiene el decano de la Universidad de la Santa Cruz, Diego Contreras. “En todas las instituciones hay gente mediocre que acaba culpando a los demás de su propia mediocridad”, indicó en su blog.

No obstante, para Fonseca Ariza, la respuesta del Vaticano no es coherente con sus doctrinas. “Es lo mismo que hizo Washington con Wikileaks. Solo busca cuidar sus intereses”, expuso.

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