Abusos sexuales, explotación y muerte: el drama que viven las mujeres y niños migrantes en su camino a Europa
"Cuando alguien muere en el desierto, arrojan su cuerpo a un lado y eso es todo".
Jon tiene 15 años y es uno de los niños que partió desde Nigeria sin ninguna compañía hacia Libia, con el objetivo de embarcarse hacia Italia. Su testimonio fue recogido en el informe "Un viaje mortal para los niños. La ruta migratoria del Mediterráneo Central" publicado por UNICEF, el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia.
"En Nigeria está Boko Haram, está la muerte. Yo no quería morir. Tenía miedo. Mi viaje entre Nigeria y Libia fue horrible y peligroso", explica Jon.
En septiembre de 2016, se habían identificado a unos 256.000 migrantes se encontraban en Libia de los cuales el 11% eran mujeres y el 9% niños. De estos 23.102 menores, un tercio no tenía a nadie que los acompañara.
Pero se teme que las cifras reales sean tres veces más altas.
Los campos
Hace siete meses que Jon, de 15 años, permanece en un campo de detención en Libia."Aquí nos tratan como pollos, nos golpean, no nos dan ni agua ni comida decente. Nos acosan. Mucha gente muere aquí".
En un país desgarrado por la lucha entre milicias y el gobierno central, el Estado libio controla 24 centros de detención mientras que los grupos armados mantienen sus propios campos no identificados con migrantes hacinados.
UNICEF ha descrito estos centros de detención como un infierno en el que mujeres y niños son las principales presas.
Las condiciones de salubridad son mínimas y los lugares están superpoblados: en ocasiones, hasta 20 migrantes están encerrados en celdas de no más de dos metros cuadrados por largos períodos de tiempo.
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