El director del Monte de Piedad de Bancaja, Vicente Sifre, asegura al respecto que la explicación está en la consideración del oro como valor refugio y la proliferación de empresas dedicadas a la compraventa de este metal. Cuenta Sifre que cada día se ven a la puerta de la institución valenciana al menos una decena de comerciales de esas empresas que intentan evitar que los usuarios del Monte empeñen sus joyas. Los buscan para comprárselas «y, por tanto, pagan más caro que nosotros, pero también hay que tener en cuenta que ellos adquieren esas joyas para fundirlas y fabricar oro que revenden a joyeros o inversionistas, mientras que nosotros no destruímos la joya».
Por otro lado, con los mercados bursátiles en franco declive, el oro se ha convertido en un valor refugio y ha alcanzado precios históricos. Por ello aumenta el importe de las operaciones: hace dos años se situaba de media en 450 euros; en 2010 subió a 550 y el año pasado ascendió a 650. Sifre lo explica de forma muy gráfica: «Hace cuarenta años, con el importe de una cantidad determinada de onzas de oro te comprabas un Cadillac. Hoy con el mismo dinero puedes adquirir cuatro Mercedes descapotables, pero, si el equivalente en dinero de aquellas onzas lo hubieras ingresado en el banco, solo te daría ahora para comprarte una moto».
El director del Monte de Piedad de Bancaja asegura que la clientela tradicional de la entidad es «la gente excluida del sistema financiero», en su mayoría pertenecientes a las «capas sociales más bajas». Sin embargo, ahora «se han incorporado personas integrantes de ese grupo de tres millones de parados que ha generado la crisis». Se trata de «gente con un nivel más alto, profesionales, autónomos, personas a las que les han ido mal los negocios».
En este sentido, Sifre puso el ejemplo de un abogado que lleva varios asuntos de empresas en concurso de acreedores y que, como no está cobrando de sus clientes, no tiene otro remedio que empeñar sus joyas. Son casos de personas que hasta la llegada de la recesión les había ido bien en la vida y, por ello, habían podido hacerse un patrimonio con joyas de un valor medio. El director del Monte de Piedad diferencia, entre sus clientes, a las familias que, para acabar el mes o para comprar alimentos, empeñan sus joyas y obtienen 300 o 400 euros. Son los casos más tradicionales, mientras que la clase media recurre a esta institución más bien «para pagar deudas con la banca, como la hipoteca, o por impagos de sus clientes».
El círculo se cierra con la subasta, a la que suele acudir público en general y los ya citados compradores de oro, «que son los que se quedan con los lotes de mayor volumen». A un lote, como explica Vicente Sifre, que «esté integrado por tres pulseras, dos anillos, una sortija y unos pendientes no puede acudir un particular». Otra cosa bien distinta son las joyas individuales, donde «sí hay gente que las quiere y puja para quedárselas».
Cuando yo tenia siete años o mas, recuerdo que mi madre alguna vez tuvo que ir a empeñar lo que tenia al Monte de Piedad......Recuerdo,que yo ya tenia veintitantos años a mi tía Pepa le tuve que dar dinero para que recuperara lo que tenia en "el monte" porque si no perdía lo que tenia empeñado..........Cuando vino mi tía a pedirme aquel dinero me sorprendió mucho porque ya no me acordaba que existieran esas instituciones, y aun veo que existen........Pienso que afortunadamente, porque siempre tiene el necesitado donde acudir, (ahora me pregunto cuantas veces comí algo gracias al "monte"). Por lo tanto pienso que para bien o para mal, --según los tiempos que
corran-- estas instituciones están bien como están.
De hace tres o cuatro años a estos días los que estan proliferando como buitres son los compradores de oro o "cualquier cosa que valga la pena"........ Como dice Vicente Sifre, lo destrozan todo, todo lo funden,todo lo destruyen para hacer lingotes.........Quiero figurarme que no fundirán al necesitado porque no podrán pero que abusaran de su situación seguro.
Yo no se si hoy en día con los tiempos que corren la ley de usura estará vigente pero no estaría de mas que la policía se pegara una vuelta por estos establecimientos que han crecido a puñados.............No me extrañaría nada, pero nada, que el precio que asignen a la joya sea, (según detecten la necesidad del necesitado).........¡¡sanguijuelas!! sisco
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